Conducir con estrés: causas y consejos para evitarlo
- On 6 septiembre, 2017
Se acaban las vacaciones y llega “la vuelta al cole” y a la rutina. Mientras muchos la esperan relajados y con las pilas cargadas, para otros este momento del año es un foco de estrés debido al ritmo frenético del día a día en las ciudades, los trabajos, las prisas… y el tráfico. Y aquí está la dualidad del estrés y la conducción: no es recomendable conducir con estrés porque la conducción se vuelve insegura, pero a la vez, las condiciones del tráfico puede generar estrés. ¿Cómo afrontarlo?
Causas del estrés
Cada persona es diferente y afronta las situaciones de estrés de una manera, pero podemos generalizar que el estrés es un proceso psicológico normal que se produce cuando surge una situación con fuerte exigencia que no podemos o no sabemos controlar. Ante estas situaciones, nuestro cuerpo se prepara para afrontar cualquier problema y poder adaptarse, por eso, en momentos de estrés estamos más tensos y alerta.
Bien controlado, el estrés en sí mismo no es negativo, ya que nos permite reaccionar y adaptar actitudes de alarma en momentos críticos. Por ejemplo: si vas tranquilamente por la carretera y ves un accidente frente a ti, con ambulancia y policía, tu corazón se acelerará y reaccionarás de inmediato para prestar más atención a la carretera e, incluso, involuntariamente cambiarás tu postura para moverte con mayor soltura.
El problema con el estrés es que la situación de alarma se haga demasiado intensa o se prolongue en el tiempo, ya que puede convertirse en un problema de salud. Esto suelo ocurrir cuando la respuesta a la situación de alarma no sirve para solucionar la situación. Por ejemplo: tienes prisa y te encuentras de repente en un atasco; por mucho que aumente tu tensión, no puedes deshacer el atasco y tu comportamiento puede verse afectado y volviéndose impulsivo o agresivo. En situaciones de tráfico, como alega la DGT, las manifestaciones de estrés suelen ser inútiles, contraproducentes y aumentan los riesgos para la seguridad.
Además del propio tráfico, en muchas ocasiones llegamos a coger el coche sufriendo síntomas de estrés producidos por lo que los expertos llaman estresores vitales:
- Cambios en la vida con implicaciones emocionales: fallecimiento de un ser querido, divorcio, problemas económicos, despido, etc.
- Cambios bruscos o frecuentes en el estilo de vida o en el trabajo.
- Sobrecarga de trabajo.
- Auto-exigencia muy elevada.
Diversos estudios han demostrado que muchos conductores que han sufrido un accidente estaban pasando o acababan de pasar alguna de estas situaciones. A mayor intensidad de estrés, más grave puede ser el accidente.
Cómo afrontar el estrés
Saber gestionar el estrés es algo que puede aprenderse y desarrollarse. Además de mejorar tu salud y calidad de vida, te proporcionará mayor seguridad al volante.
En cualquier caso, si estás en periodos de estrés nuestra recomendación es que evites coger el coche en la medida de lo posible. Si no lo puedes evitar, extrema las precauciones.
Algunos consejos que puedes seguir para prevenir el estrés o atenuar sus efectos son:
- Levántate con tiempo suficiente para no tener que empezar el día con prisas y poder hacer frente a los imprevistos que te surjan.
- Duerme las horas recomendadas por los expertos (nunca menos de 7-8 horas diarias).
- Conoce tus límites y no te pongas metas inalcanzables.
- Aprende a priorizar tus necesidades sabiendo que tus recursos de tiempo son limitados.
- Realiza actividades relajantes como yoga, pasear o, incluso, un baño al final del día.
- Evita consumir alcohol, tabaco o drogas.
- Mantén un estilo de vida saludable.
- Escucha música relajante cuando conduzcas.
Desde tuaccidente.com nos preocupa mucho la Seguridad Vial y el bienestar de los conductores. Por esto, en momentos en los que te encuentres agobiado y/o estresado te recomendamos que no te pongas manos al volante para evitar situaciones de peligro para ti y los conductores o peatones que te rodean.
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