La DGT aconseja circular de día con la luz de cruce durante los meses invernales.
La niebla, la lluvia o las nevadas, junto a que durante los meses invernales cae la noche antes, obligan a forzar los sentidos al volante. No sólo es importante ver, sino también ser visto. Esto disminuye el riesgo de accidentes.
“Utilizar la luz diurna o llevar las luces de cruce encendidas en estos días de invierno, donde se reducen las horas de sol, hace que nuestro vehículo sea percibido por los demás desde mucho más lejos”.
En países del norte de Europa son obligatorias todos los meses del año. Y es que con luz diurna se detectan a los vehículos con más antelación y se distinguen de los que están parados, lo que reduce también el tiempo de reacción del conductor.
El reemplazo y la revisión de las lámparas es importantísimo antes de realizar un viaje.