A la hora de ponerte al volante, una de las cosas más importantes es que tengas una buena visibilidad para poder conducir de manera segura. Sin embargo, es bastante habitual que en nuestros coches pongamos adornos para darles un toque personal… esto está bien, pero solo cuando no ponen en peligro la seguridad vial.

En el coche, la visibilidad es fundamental

Como comentábamos, la buena visibilidad desde el interior del vehículo es imprescindible para un viaje cómodo y seguro. A través de la vista vemos lo que pasa a nuestro alrededor: el tráfico, los peatones, los imprevistos… ¿qué ocurre si obstaculizamos el campo de visión del conductor? Que el viaje no es seguro ni para él ni para los que le rodean.

El Reglamento General de Circulación lo expone así en el artículo 19: “se prohíbe circular con un vehículo cuya superficie acristalada no permite a su conductor la visibilidad diáfana sobre toda la vía por la colocación de láminas, adhesivos, cortinillas u otros elementos no autorizados”. Además de atentar contra la seguridad vial, no cumplir esta norma puede suponerte una multa de 200 euros.

Cuando hablamos de la visibilidad desde dentro del vehículo no debemos centrarnos solo en el parabrisas delantero. La visibilidad hacia el exterior debe ser total, lo que implica también los laterales y la luneta trasera. Solo así seremos capaces de reaccionar rápidamente ante cualquier imprevisto.

Antes de ponerte en marcha, no puedes olvidar comprobar que los cristales estén limpios (por fuera y por dentro, para ver bien y evitar reflejos) y regular los espejos retrovisores. Estos dos aspectos pueden parecer muy obvios, pero muchas veces se nos olvidan ¿no es así? Sobre todo, ten especial cuidado en estas fechas, cuando los imprevistos meteorológicos pueden ensuciar fácilmente los cristales del vehículo.

También se nos olvida que muchos de los adornos que nos gusta llevar en el coche nos dificultan la visibilidad: adornos en el retrovisor, cojines y muñecos en la bandeja posterior, cortinillas…

Facilitar la visibilidad del conductor

Para facilitar la visibilidad del conductor, la ley obliga a que los coches lleven siempre dos retrovisores: el exterior izquierdo y al menos uno más (el interior o el derecho), si no los tres.

En cuanto las cortinillas y otras prendas que se ponen en los cristales para protegernos del sol (¿quién no ha sujetado alguna vez un pañuelo en la ventanilla?), debes recordar que solo están permitidas mientras no obstaculicen un arco de visión de 180º de la visión directa hacia delante del conductor. Es decir, las cortinillas o vinilos se permiten en las ventanillas posteriores y luneta trasera, siempre y cuando el vehículo lleve los dos espejos traseros que suplan la visión que se pierde por estos elementos.

En cualquier caso, siempre que te pongas al volante, lo más importante es que no olvides la seguridad. Evita cualquier cosa que entorpezca tu visibilidad y ponga en peligro la seguridad vial.

Imagen: grbender.

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