8 consejos para conducir en otoño
- On 19 octubre, 2017
Las primeras lluvias y nieblas del otoño han llegado tarde, pero con fuerza. Estamos en pleno otoño y los cambios meteorológicos son cada vez más comunes e imprevistos. En esta época del año, la aparición de fenómenos meteorológicos adversos que nos pueden sorprender en carretera son habituales y tan diversos como lluvia, viento o niebla, entre otros.
Vamos a ver este post 8 consejos de la Dirección General de Tráfico para conducir de una manera segura para todos.
Antes de iniciar un viaje
- Puesta a punto. Como en cualquier momento del año, lo esencial antes de iniciar cualquier viaje es poner a punto el vehículo. Ya vimos hace poco los puntos clave de cualquier revisión, pero resumimos brevemente a continuación:
- Revisar el estado mecánico del vehículo y, especialmente, los frenos.
- Comprobar estado de las escobillas y el funcionamiento de los limpiaparabrisas.
- Comprobar la luneta térmica.
- Revisar las luces: generales y antiniebla.
- Niveles de los líquidos: frenos, aceite y limpiaparabrisas.
- Neumáticos: comprobar la presión, el dibujo y las ranuras (mínimo 1.6 mm) que aseguren una correcta adhesión a la carretera.
- Llevar los recambios imprescindibles:
- Rueda de repuesto y herramientas para cambiarla.
- Chaleco reflectante.
- Triángulos homologados.
- Limpia regularmente el vehículo, los cristales, faros, retrovisores y ruedas.
- Información meteorológica. Dado lo variable del tiempo en esta época del año, es recomendable comprobar la previsión del tiempo antes de salir de viaje por si fueran a darse condiciones muy desfavorables para la conducción. En tal caso, nuestra recomendación es que pospongas el viaje lo más que puedas hasta que mejoren las condiciones. Puedes consultar el servicio de información de tráfico de la DGT.
- Cuidado con las hojas. Parece mentira, pero uno de los mayores riesgos del otoño son las hojas secas, sobre todo si están mojadas, ya que pueden provocar aquaplaning. Para evitarlo, debes mantener las ruedas limpias de hojas pegadas y mantener los neumáticos en buenas condiciones. Si circulas por una carretera cubierta de hojas, modera la velocidad y circula siguiendo la trayectoria de los coches que te han precedido.
Durante el viaje
- Sé prudente. Una vez iniciado el viaje, el principio fundamental para la conducción es la prudencia. Ten en cuenta que si durante el trayecto aparecen condicioones meteorológicas adversas pueden causarte tensión o estrés, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
Como norma general, debes disminuir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad. En trayectos largos, lo mejor que puedes hacer es parar en un área de descanso y espera a que las condiciones mejoren.
Otros aspectos generales que no puedes olvidar dentro de este punto de la prudencia al volante es el correcto uso del cinturón de seguridad, tanto para conductor como para ocupantes; no conducir bajo efectos de drogas o alcohol; y no usar el teléfono móvil mientras conduces.
Conducir con condicciones metereológicas adversas
- Conducir con lluvia. En los meses de otoño, a pesar de que este año parece ser excepcional, es muy frecuente tener que conducir con lluvias. En esta situación, la recla básica es “ver bien y ser visto”, por lo que las luces son imprescindibles: aunque sea de día, enciende las luces de cruce.
Utiliza el limpiaparabrisas, ajustado a la velocidad necesaria para que el agua no te impida la visión, y utiliza, si es preciso, la luneta térmica u orienta la calefacción al cristal para evitar que este se empañe. No frenes bruscamente para evitar el aquaplaning. Aumenta la distancia de seguridad con el vehículo delantero, ya que con lluvia los vehículos tardan más en frenar
- Conducir de noche. En esta época del año, los días son más cortos y tanto por la mañana como por la tarde, es fácil que la hora punta te pille al volante. Siempre debes encender las luces entre la puesta y la salida del sol; además, por la noche, debes reducir en un 20% la velocidad respecto permitida en la vía. Airea el coche y ponte música para que no te venza el cansancio y te quedes dormido mientras conduces. Si te ves muy cansado, para en un lugar habilitado para ello y descansa antes de continuar tu camino.
- Conducir con niebla. En otoño, podemos encontrarnos con relativa frecuencia con bancos de niebla. Si esto te sucede en carretera, no olvides encender las luces de cruce y las antiniebla; adapta la velocidad y distancia de seguridad a las condiciones de la carretera y el vehículo que lleves delante; no frenes brucamente y evita adelantar. Si la niebla es muy densa, circula guiándote por las marcas de la derecha del asfalto. Extrema las precauciones, pero, antes de ponerte en peligro, para en un área de descanso y espera a que las condiciones mejoren.
- Conducir con hielo. Sobre todo a final del otoño, a las puertas del invierno, puedes encontrar hielo en la carretera. En estas condiciones, debes tomar las mismas medidas indicadas para los casos de lluvia, pero extremar aún más las precauciones. Debes conducir muy lentamente y estar más pendiente que nunca a los demás conductores puesto que las reacciones de los vehículos pueden ser imprevisibles.
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